El proyecto consiste en la plantación de árboles en espacios públicos urbanos de oportunidad dentro del casco urbano de Huétor Vega (rincones, esquenas, anchurones, placetas, etc.), que cuenten con suficiente espaciamiento para el desarrollo futuro de cada ejemplar; y cuya especie será elegida en función de los condicionantes del sitio.

Se pretende seguir el criterio de la regla 3/30/300- (Konijnendijk, C.) -que propone un 30% de cobertura arbórea en las urbes- y también la filosofía de la «Acupuntura urbana» (Lerner, J.) -que propone actuar desde lo pequeño y concreto- para lograr una transformación a largo plazo.

Para que esto surta efecto se deberá conseguir que los árboles, que no recibirán ningún tipo de poda (salvo la de formación inicial), lleguen a alcanzar la máxima copa (superficie foliar) posible y a cumplir los 30 años para que nos aporten la mayor cantidad posible de Servicios Ecosistémicos.

Lo más innovador del proyecto es su enfoque, pensado de abajo hacia arriba, mediante acciones pequeñas y concretas, y que persigue la implicación de la ciudadanía en el proceso de mitigación y adaptación al cambio climático; así como el uso de herramientas técnicas que, aunque ya lleven un tiempo funcionando, son novedosas en este ámbito local de intervención (I-Tree Canopy, Q-Gis).