Plataforma Salvemos la Vega – Vega Educa

Quiénes somos

Así somos

El movimiento asociativo en torno a la Plataforma Salvemos la Vega – VegaEduca, aún actuando localmente, adopta una visión integradora y basada en el interés general de los territorios que conforman la Vega de Granada, y solidaria con el resto de territorios agrarios históricos de España.

Aglutina a centenares de personas de perfiles muy diversos que, desde su voluntariado, hacen que esta Plataforma esté viva y que esa vida que genera vaya más allá de sus componentes. Nuestros recursos son los recursos humanos que configuran esta diversa y diversificada ‘comunidad del surco’.

La unión entre colectivos tan diversos se consigue porque se cuidan como oro en paño las redes que se han ido tejiendo a lo largo de tantos años de lucha compartida en defensa de la Vega, y porque no se abandonan ni las actividades de sensibilización social ni la presión institucional.

El Pacto por la Vega constituye el documento que guía nuestro camino, el que nos señala lo conseguido y lo que todavía nos queda por conseguir, el que muestra el grado de cumplimiento o incumplimiento de los firmantes, en definitiva, nuestra carta de presentación para exigir su cumplimiento a las instituciones incumplidoras o para felicitar a las que sí lo están haciendo. También ha servido para incorporarnos a movimientos que comparten alguno o algunos de nuestros objetivos, como es la Mesa por el Clima, la Marea Amarilla…. 

En el desarrollo de este pacto hay un aspecto fundamental para la conexión de las gentes con su territorio, y ese no es otro que los valores culturales. La cultura, junto con la actividad laboral, vertebran las sociedades más que cualquier otra actividad humana. Así pues, desde la Plataforma Salvemos la Vega-VegaEduca venimos desarrollado actividades de concienciación social a través de los ámbitos educativo, deportivo, cultural, social y económico, tales como: Conciertos por la Vega; ciclo rutas y eco marchas escolares; rutas de sensibilización; exposiciones; torneos deportivos; eco maratón por la Vega; encuentros poético-musicales; edición de guías de la Vega; conferencias y mesas técnicas con entidades e instituciones relevantes, como la UGR y otras Universidades, la UNESCO, diversos Parlamentos,…; promoción de distribución y consumo de productos km 0, etc. En todos esos proyectos están presentes la agricultura y los agricultores, como principales protagonistas.

Además, el hecho de que una plataforma como la nuestra cuente con una amplia red de docentes y de centros
educativos de todos los niveles de enseñanza (VegaEduca), constituye un hecho diferencial de enorme trascendencia, en relación al resto de movimientos en defensa de los territorios agrarios históricos de nuestro país, y que, afortunadamente, se está extendiendo desde que en 2015 Salvemos la Vega – Vega Educa decidiera organizar en Granada un encuentro en el que estuvieron representadas todas las CCAA y que cristalizó en la constitución de la Federación Intervegas

Objetivos

El Pacto por la Vega de Granada de 2015 sintetiza las reivindicaciones y los objetivos compartidos por todos los colectivos y personas que integran la plataforma Salvemos La Vega-Vega Educa y  sirve de base pare nuestro trabajo en común. En el documento se plantea un doble objetivo, con sus correspondientes líneas estratégicas:

  • Protección del territorio: apuesta por sus valores agrícolas, patrimoniales, turísticos y ambientales.
  • Dinamización para que sea fuente de empleo y riqueza: apuesta por los canales cortos, por una marca de calidad, nuevos cultivos con alto valor añadido, recuperación de cocinas propias para centros educativos y hospitales… 

Otros objetivos incluidos en el plan estratégico de la Asociación para el período 2019-2031:

  • Promover la conexión de Granada con el Área Metropolitana utilizando los caminos rurales como red viaria no motorizada.
  • Impulsar la reforestación de los márgenes de la red de carreteras y autovías de la Vega para disminuir su impacto ambiental.
  • Colaborar en la recuperación del cultivo de choperas y el impulso de la industria de transformación.
  • Apoyar a las comunidades de regantes, en especial a las históricas, y realizar acciones de cara a recuperar las acequias también como caminos de paso y senderos peatonales.
  • Abrir el debate sobre el actual modelo de gestión de residuos y el estudio de posibles alternativas.

Historia de un movimiento

Primeros pasos... 1987

La Vega de Granada ha venido sufriendo desde las últimas décadas del siglo pasado un destrozo de sus valores medioambientales y culturales sin parangón en su larga historia de miles de años. Daños, que son consecuencia de la economía basada en la especulación urbanística, como elemento destacado del insostenible modelo de desarrollo que se estaba instalando en nuestro país y en el mundo.

Contra esta realidad, empiezan a reaccionar diferentes colectivos, dando lugar al movimiento en defensa de la Vega que inicia sus pasos en 1987, centrado fundamentalmente en la realización de trabajos de investigación, organización de charlas, debates y encuentros con agricultores, dando como resultado en junio de 2003, el primer “Pacto Granadino por la Vega” (2/06/2003) que reivindicaba la dinamización de la Vega y fue firmado por colectivos, cooperativas y organizaciones de agricultores.

El manifiesto fundacional de la plataforma Salvemos la Vega (Manifiesto en Defensa del Territorio. Patrimonio Común.) fue firmado en 2005 por más de 500 personas relacionadas con el arte, la cultura, la universidad y la educación, destacando, entre otros, José Saramago, Luis García Montero, Miguel Ríos, Joaquín Sabina y Almudena Grandes.

Seis meses después, unos 200 colectivos, la mayoría integrados en la plataforma Salvemos la Vega, elaboran el Plan para la Dinamización Integral y Sostenible de la Vega de Granada, y lo presentan ante la comisión sobre la Vega creada ese mismo año por la Diputación Provincial.

2005, se fragua el movimiento

¿Crisis?

Mientras se destruía la Vega, en las instituciones se hablaba de desarrollo sostenible, de salvaguardar los recursos productivos, los valores ambientales, la biodiversidad. De ahí que S. la Vega se plantee precisamente que las administraciones pasen de las palabras a los hechos y, paradógicamente, la crisis económica se convirtió en una aliada en ese sentido, ya que varios proyectos de infraestructuras muy dañinos para la Vega se quedaron en el cajón, como las famosas VAUs que ahora se quieren resucitar.

Salvemos la Vega en esos años de crisis, aprovechó para presionar de manera insistente a las instituciones para que tomasen medidas para conservar y desarrollar nuestra Vega, recuperando el equilibrio histórico perdido, armonizando actividad económica y valores ambientales y para sensibilizar a los granadinos y motivarlos para que se movilizaran para preservar sus territorios, sus vegas, su cultura territorial, su patrimonio, en definitiva.

2007 a 2012 es un período marcado por las movilizaciones. Durante esos 5 años se suceden marchas y manifestaciones junto a los agricultores y frente a las administraciones que pretendían proyectos que implicaban la destrucción de grandes extensiones de rica Vega; del sistema de acequias y el acuífero, en unos casos atendiendo a su insistente “modernización de regadíos”, y en otros por pretender dar prioridad al uso del agua a servicios e industria sobre la agricultura. Afortunadamente, muchos de esos proyectos pudieron pararse.

Pero no sólo hubo movilizaciones en estos 5 años. También hubo trabajo de investigación y de elaboración de propuestas, todavía vigentes algunas de ellas en materia de comercialización de productos de la Vega; de movilidad sostenible por los caminos de la Vega; del mantenimiento y mejora del sistema de regadío milenario de la Vega (se constituye la asociación ASAQYA, amigos de las acequias), etc.

Un lustro de inflexión: 2007-2012

Vega Educa

Pero si hay un proyecto que marcó un antes y un después en el devenir del movimiento en defensa de la Vega que representa la plataforma SLV, es el proyecto Vega Educa. Surge en 2008, gracias al compromiso de unos 400 profesores, unos 100 centros de enseñanza (entre coles e institutos), el CEP y la UGR. Su objetivo era promover el desarrollo de actividades para favorecer la sensisiblización colectiva en torno al cambio climático, centrado en la defensa de la Vega de Granada. Y todas sus actividades se plantean con un doble enfoque: interdisciplinar e intergeneracional, donde los mayores dialogan con los jóvenes de su entorno sobre el patrimonio cultural y ambiental que representa la Vega de Granada, una de las tres señas de la identidad granadina, junto a la Alhambra y Sierra Nevada.

En 2013 fue decisiva su participación e implicación para conseguir más de 20.000 firmas, que se presentaron ante la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía, solicitando la declaración de la Vega de Granada como bien de interés cultural (BIC). Solicitud que no prosperó, como otras veces, pero sirvió para ganar fuerza movilizadora y prestigio social e institucional.  Con la experiencia acumulada, en 2014, Salvemos la Vega y Vega Educa deciden caminar juntas y compartir activismo.

La unión hace la fuerza: 2013-14

Un momento histórico: 2015

Con el objetivo de priorizar en la agenda política la protección y dinamización de la Vega de Granada, la plataforma continuó sumando apoyos y, en febrero de 2015, presentó a todas las fuerzas políticas granadinas el Pacto por la Vega de Granada, documento que sintetiza las reivindicaciones y los objetivos compartidos por todos los colectivos y personas que integran la plataforma, y que sirve de base pare nuestro trabajo en común.

El pacto fue firmado por todos las fuerzas políticas con representación en el Parlamento Andaluz y a nivel local, por los sindicatos más representativos y las tres asociaciones agrarias, y al que se adhirieron varias asociaciones culturales y educativas. Sucesivamente se han ido incoporando al pacto otras asociaciones, ayuntamientos e instituciones tan relevantes como la Universidad de Granada, la Diputación de Granada y el Patronato de la  Alhambra y el Generalife. 

Con el horizonte puesto en el año 2031, año en el que se cumplen 500 años de la fundación de la Universidad de Granada y, con motivo de esta efeméride, la ciudad parece que optará a la capitalidad cultural de Europa, son muchos los proyectos que esperamos que estén terminados.
Para entonces, esperamos que temas como la calidad del aire – a fecha actual un grave problema – junto con la movilidad sostenible, la alimentación saludable, la depuración de las aguas o la articulación de la ciudad en torno a las infraestructuras de comunicación, estén en perfecto estado de revista.
También para entonces deseamos que el espacio de la Vega este recuperado y protegido, limpio de usos indebidos y puesto en producción tanto para proveer los canales cortos de nuestras cocinas y despensas como para la producción industrial de manufacturas y de productos con alto valor añadido. Porque si hay algo que define a la Vega de Granada, es su carácter agrícola como zona productiva, y si se pierde la actividad agrícola su degradación está servida. Contener su abandono y garantizar el relevo generacional constituyen un objetivo esencial.
Es necesario también ir recuperando el paisaje a través de sus montes, vegas, ríos, caminos y acequias, reforestando entornos y cauces, camuflando carreteras y autovías con cortinas verdes para disminuir su impacto ambiental y visual…, aplicando, en definitiva, lo que la Unión Europea denomina Infraestructuras Verdes entendidas como claves para mantener un medio ambiente sostenible en el que nuestra economía y sociedad puedan prosperar.

Con la mirada puesta en 2031