Plataforma Salvemos la Vega – Vega Educa

Paisaje agredido

Desde hace un par de meses, múltiples colectivos se han unido, bajo el nombre de Plataforma Vega Sur, por una lucha común: la oposición al proyecto de nueva infraestructura que pretende realizar la Junta de Andalucía, la VAU-09 Distribuidor Sur de Granada y su enlace con la autovía A-44.

No es la primera agresión a la vega granadina ni será la última. Ya en los años 90, cuando lo que primaba era la expansión de la aglomeración urbana sobre el aprovechamiento del espacio, se deja de lado la conservación del paisaje agrario. Todo se mueve hacia el transporte privado en lugar de fomentar el público o realizar mejoras en el mismo, tejiendo una red accesible para la ciudadanía. Son planes que quedan atrás en el tiempo, cancelados, inviables en su día y más ahora, cuando se apuesta por una transición ecológica. Una transición cuya necesidad ya es más que evidente. 

Y esta construcción nos lleva también a algo que se ha venido haciendo durante décadas y que se dijo que se iba a dejar de hacer, recogido todo en un pacto: el Pacto por la Vega. 

Febrero de 2015. Todos los partidos políticos del ayuntamiento de Granada, existentes en aquel momento, firman un documento donde se comprometen, junto a colectivos de ciudadanos y ciudadanas, a no volver a atentar contra el suelo fértil de la Vega. 

En el 1º punto, ya se establece lo siguiente: 

“Protección y adaptación normativa. Instar a que las Consejerías con competencia en la materia realicen los cambios normativos necesarios para proteger los suelos agrarios de la Vega de Granada frente a cualquier otro uso no compatible con la actividad agraria, e iniciar los procesos para recuperar los espacios degradados de la Vega de Granada”. 

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA CONSERVACIÓN DE ESTE PAISAJE Y PATRIMONIO AGRARIO?

La construcción de esta autovía implicaría la grave destrucción de patrimonio agrario y etnológico, siendo este parte de la memoria del territorio, algo que durante años ha sido ajeno a su gente, pero que forma parte de la identidad granadina. El paisaje es cultura, historia del paso de sus habitantes.

Y es que, la vega, no es sólo agricultura. Además es un patrimonio vivo que debemos conservar como parte de nuestro legado, no solo por su pasado, si no por el futuro que representa para las generaciones venideras. La historia está escrita en sus campos, caminos y acequias. Redes milenarias que sobreviven hoy en día a pesar de los intentos de destrozarlas. 

Ya en 2008 se intentó atacar en esta zona con el proyecto del “Gran Parque del Milenio” como un lugar de ocio, un proyecto, en teoría dedicado al milenio del nacimiento del Reino de Granada. Y pongo este ejemplo aquí porque es un ejemplo de cómo la idea general para conmemorar hechos históricos no es respetando el propio hecho en sí. Construir en un lugar donde lo que se hace es destruir, no es celebrar, ni conmemorar. El Reino de Granada no habría existido si no hubiese sido por su Vega, destruir ese paisaje es destruir la historia, haciendo que lo que se haga sea olvidarla y no recordarla. El proyecto se canceló ante el rechazo de la comunidad agrícola y ciudadana. Si estas personas políticas se hubiesen parado en su día a preguntarles a los habitantes de la Vega Sur si querían este parque, quizás hubiesen encontrado la respuesta antes de lanzar el proyecto. Si hoy, nos hubiesen preguntado si queremos esta autovía, les hubiesen bastado las razones para ni plantearla. Esto ha pasado con otras carreteras y autovías, como la reciente inauguración de la segunda circunvalación, proyectos impuestos sobre terrenos que lo sufren y una ciudadanía que no es consciente de lo que pierde.

ACEQUIAS Y ACUÍFEROS

Uno de los aspectos más importantes para la fertilidad de la Vega, que vertebra suelo y subsuelo, es el agua, en forma de acequias y acuíferos.

Este agua, ya de por sí contaminada por residuos tanto particulares como de industrias, se abre camino buscando llegar a las huertas y campos, terrenos donde crece nuestra comida. 

Las acequias forman parte de un paisaje histórico, nos remontamos a la época medieval, donde los musulmanes vieron lo fértil que era este suelo, dándole un uso productivo. Estas acequias milenarias, hoy en día forman una red de riego única en el mundo.  Red que ya se vio muy afectada con la construcción de la segunda circunvalación).

Acuíferos, cada día más vacío, reserva natural que estamos agotando y patrimonio colectivo que deberíamos proteger. La Vega no es solo una fuente de alimento, también lo es de agua. Son dos sus fuentes de recursos finitos, como sigamos por este camino, y a la vez indispensables. Pandemias como la actual nos demuestran que tenemos soluciones alimenticias a km 0.

DEGRADACIÓN DEL PAISAJE

Porque, más allá del uso fértil y agrario del suelo, del agua que nos llega a casa y riega nuestras huertas, son infinitos los usos y disfrutes del paisaje,  siempre en respeto con el lugar. Pueden ser espacios de uso social, comunitario, deportivo, ocio saludable y alternativo. 

Porque el paisaje es cultura. Y la cultura forma parte de nuestras vidas. Con el horizonte puesto en 2031, donde se quiere hacer de Granada capital cultural de Europa, coincidiendo con los 500 años de la fundación de la Universidad. No podemos más que esperar proyectos que lleven a Granada y su entorno, su área metropolitana, su vega, proyectos que la vuelvan verde, con una alimentación saludable, una movilidad sostenible y una red de infraestructuras de comunicación acorde a estos principios. Es necesario recuperar el paisaje a través de montes, vegas, ríos, caminos y acequias, reforestar y crear caminos verdes, no destruirlos. 

REFLEXIÓN FINAL

Los cuidados deben existir entre las personas pero también con nuestro entorno, debemos aprender a disfrutar y respetar los espacios que tenemos. A leerlos, aprender con ellos, ser parte del paisaje desde la comprensión del mismo.

Y porque el querer realizar este tipo de proyectos innecesarios acaban generando dudas entre la ciudadanía: ¿por qué se lavan las manos hablando de transición ecológica y luego sacan proyectos como este? ¿qué pasa con el dinero invertido en ello, un dinero que va a caer en saco roto pues es una apuesta por quebrantar este paisaje agrario, por no hablar de la salud, la contaminación y la economía? La destrucción de uno de los terrenos más fértiles de Europa no es una apuesta por su protección ni por la salud de su gente, es un ecocidio.

[Fotografía de portada]: Construcción de la segunda circunvalación de Granada a su paso por la Vega.

Sara Cuéllar

Vocal de la Plataforma Salvemos la Vega - Vega Educa
Área de Paisaje y Cultura